lunes, 9 de noviembre de 2009

Comentario al Evangelio del 15 de noviembre 2009

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SCJ
Primera Lectura: Daniel 12, 1-3
Por aquel tiempo se salvará tu pueblo

1 Entonces se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los hubo desde que existen las naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro.
2 Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para la vida eterna, otros para la ignominia perpetua.
3 Los maestros brillarán como brilla el firmamento, y los que convierten a los demás resplandecerán como estrellas, perpetuamente.


Salmo Responsorial: 15
Protégeme, Dios mío, que me refugio en Ti.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;/ mi suerte está en tu mano./ Tengo siempre presente al Señor,/ con él a mi derecha no vacilaré. R.

Por eso se me alegra el corazón,/ se gozan mis entrañas,/ y mi carne descansa serena./ Porque no me entregarás a la muerte,/ ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R.

Me enseñarás el sendero de la vida,/ me saciarás de gozo en tu presencia,/ de alegría perpetua a tu derecha. R.


Segunda Lectura: Hebreos 10, 11-14. 18
Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.

11 Todo sacerdote se presenta a oficiar cada día y ofrece muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar pecados.
12 Cristo, en cambio, después de ofrecer un único sacrificio por los pecados, se sentó para siempre a la derecha de Dios
13 y se queda allí esperando a que pongan a sus enemigos como estrado de sus pies.
14 Porque con un solo sacrificio llevó a perfección definitiva a los consagrados.

18 Ahora bien, si son perdonados, ya no hace falta ofrenda por el pecado.


Evangelio: Marcos 13, 24-32
Reunirá a los elegidos de los cuatro vientos

24 En aquellos días, después de esa tribulación el sol se oscurecerá, la luna no irradiará su resplandor,
25 las estrellas caerán del cielo y los ejércitos celestiales temblarán.
26 Entonces verán llegar al Hijo del Hombre entre nubes, con gran poder y gloria.
27 En aquel momento enviará a los ángeles y reunirá a los elegidos desde los cuatro vientos, de un extremo de la tierra a un extremo del cielo.
28 Aprendan el ejemplo de la higuera: cuando las ramas se ablandan y brotan las hojas, saben que está cerca la primavera.
29 Lo mismo ustedes, cuando vean suceder aquello, sepan que el fin está cerca, a la puertas.
30 Les aseguro que no pasará esta generación antes de que suceda todo eso.
31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32 En cuanto al día y la hora, no los conoce nadie, ni los ángeles en el cielo, ni el hijo; sólo los conoce el Padre.


Comentario al Evangelio

Se acerca el final del Año Litúrgico y pronto será Adviento... Llegan domingos con lecturas apocalípticas, referentes al Final de los Tiempos... vamos, que las cosas se ponen algo "tétricas".
Bueno, según como se mire...

Reproduzco el comentario que Luis Alonso Schökel hace en la Biblia de Nuestro Pueblo, que aclara en mucho el Evangelio de hoy:

La parusía se presenta como el día de la gran reunión de todo el pueblo de Dios; por esto, no puede ser un día de miedo, sino de alegría.
Respondiendo a la pregunta sobre el cuándo, Jesús afirma que lo importante no es alimentar la pasividad y el miedo esperando la destrucción del mundo o el juicio final, sino aprender a discernir los signos de los tiempos, a leer la voluntad de Dios en todos los momentos de nuestra vida, y a estar vigilantes para asumir responsable y creativamente la construcción del reino de Dios. Hay que vivir en plenitud el tiempo presente y esperar la Parusía de Jesús con gozo. No preocuparnos por "cuándo" vendrá Jesús, sino por encontrarlo ahora que está viniendo sin cesar. Jesús resucitó y vive en medio de nosotros. No estamos esperando que "vuelva", porque en realidad nunca se ha ido. Lo que esperamos es la manifestación gloriosa de este Jesús que siempre ha estado con nosotros.

¿Y por qué tenemos "miedo" de todos estos signos de los que Jesús nos habla?

Bueno, digamos que las generaciones pasadas, vivieron en un momento en que la Iglesia era un tanto "oscura": todo era pecado, todo estaba mal, por poquito te condenabas, etc. Y ahora, en el que cualquiera puede tener una Biblia (de bolsillo o tamaño familiar) o dos o más, y en el que la Iglesia ha aflojado dos puntos, nos encontramos con una sociedad que además de estar borreguizada por la tele, no lee... y nos volvemos a encontrar en una nueva "edad media-tica" en la que lo pagano, lo esotérico y las "investigaciones" de determinados "escritores" y "periodistas" que meten su cuchara y juegan a "interpretar" la Biblia, buscándole claves secretas (más típico de un libro de "Los Cinco" de Enyd Bliton) y pronósticos acertados (sólo falta que uno venga a decir que Obama sería elegido presidente de EE.UU. está escondido en el capítulo 44 de Isaías...) autoproclamándose "interpretadores de los signos de los tiempos". Tristemente, la gente les cree y caen en sus redes, que lo único que persiguen son dos objetivos: alejarnos de la Verdadera Fe y llenarse sus bolsillos con la venta de sus "Best Sellers". Prefieren creer a esos anticristos que a la doctrina de la Iglesia. Prefieren seguir sus instintos primitivos que seguir los pasos del Señor... y claro, entonces, viviendo así, yo también tendría miedo de que el sol deje de brillar y la luna deje de reflejar la luz y que las estrellas del cielo cayeran sobre la tierra...

Como nos dice Jesús: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. No, mi Señor. No pierden ni un átomo de actualidad. Sólo que el hombre de hoy, se ha alejado tanto de su parte espiritual que es más animal que hombre, y ya no sabe (ni con satélites meteorológicos) qué tiempo va a hacer mañana, y mucho menos leer la voluntad de Dios en todos los momentos de su vida. Ya no sabemos qué es estar vigilantes, cuando nos despierta el reloj por la mañana y nuestras ventanas con doble cristal no nos dejan escuchar ni el canto de los pájaros.

Vivimos más en el ayer o en el mañana y no gozamos del hoy que nos regalas... y ya muchos no creen en Ti (y menos aún que regreses)... y Tú, que te haces presente, en las Especies Consagradas, seguramente notarás que no todos los que te reciben son conscientes de que tu Santa Presencia está ahí, escondida en un poquito de pan.

Hace falta urgentemente que nos despojemos del hombre viejo que nos tiene esclavizados y nos revistamos con Cristo, de hombre nuevo.

Brotes de Olivo, tiene una canción sobre este tema. Pertenece a su trabajo "Amén" (1994). Espero que te guste y que te ayude a seguir orando y reflexionando.

Mi palabra no pasará.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.