miércoles, 9 de junio de 2010

Coger cariño...

Todas las órdenes religiosas tienen por costumbre cambiar de destinos a sus integrantes cada 3 ó 6 años, con toda la "carga emocional" que eso implica, no sólo para los religiosos y religiosas, sino también para las personas que han trabajado con ellos durante ese tiempo.

Este año, cuatro sacerdotes de mi parroquia y la directora del colegio de mi hija cambian de destino.

La parte emocional de mí está bastante tocada en la línea de flotación y sinceramente, prefiero no pensar en ello, porque las lágrimas me salen solas.

La parte racional de mí, me recuerda constantemente un versículo del Evangelio de San Juan en que el habla de San Juan Bautista: "Él era testigo de la Luz, pero NO era la Luz". Con esto quiero decir que tal vez esa "mudanza" de religiosos es para que no confundamos al "testigo de la Luz" con Jesús (la Luz del mundo). De igual forma, a los que alguna vez les he dado catequesis, al terminar la etapa que realizaban conmigo y debían pasar con otro catequista, algunos se disgustaban, y yo les decía: mi misión es mostrarte a Jesús, al que debes seguir, y no a mí. (Ahora me toca aplicarme el cuento).

Pero... ¡qué le vamos a hacer! A los religiosos se les "educa" para que no establezcan vínculos afectivos que les impidan ejercer su misión... y a nosotros, que "los vemos dir por esos mares adentro", se nos queda el corazón huérfano y el alma medio rota. Obligando a nuestro cerebro a "resetear" lo más pronto posible ese querer que ha nacido y crecido con el trato, para evitar sufrir sin sentido ese sentimiento de pérdida que a más de uno se nos queda en el cuerpo...

Considero que si se nos "queda el cuerpo" así, será porque han sabido cumplir su misión de una forma tal que en ellos hemos podido "ver a Jesús", y como los discípulos del Tabor, querríamos decirles "hagamos tres tiendas", retenerlos con nosotros... la generosidad de nuestros religiosos es tal que quieren que otras personas también lo puedan encontrar y conocer. Como los primeros apóstoles, que llevaban el Evangelio a todo el mundo conocido, nuestros religiosos se sienten impulsados por Cristo a llevarLe a todos los hombres (y mujeres), acompañan a sus comunidades solo por un tiempo (3 - 6 años) y luego se van. Algunos mantienen el contacto epistolar (o vía e-mail), y otros, los más, simplemente desaparecen...

Decía el Santo Padre Claret, que "los canarios le habíamos robado el corazón" y por eso el momento de partir se hace especialmente duro (nosotros echaremos de menos a uno, dos, tres... sacerdotes... ellos a muchísimas más personas)... lo que él seguramente nunca supo es que aquí dejó una huella tan profunda en el corazón de miles de canarios que aún se le recuerda y se le quiere... Ahora, también puedo decir que estos sacerdotes y esta religiosa, dejan en nuestros corazones una sensación de orfandad y una huella imborrable.

En Septiembre, volveremos a acoger a nuevos religiosos, y a aprender a quererles, aún con el recuerdo de los que ya se fueron. Nos iremos acostumbrando a su presencia, a su carácter, a su hacer... hasta que la historia se repita otra vez.

viernes, 4 de junio de 2010

Primer Viernes, 4 de junio de 2010

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SCJ

Oración Preparatoria (para todos los primeros viernes):

Jesús, junto a tu Madre Santísima, quiero renovar especialmente mi unión contigo, y contigo ofrecerme al Padre en reparación por todos los pecados del mundo.

Oración para el Primer viernes, del segundo mes:

Quiero hoy renovar, junto a Santa María, mi consagración a tu Corazón, entregándote cuanto soy y cuanto tengo para que Tú dispongas de todo a tu mayor gloria y provecho de las almas.

Oración para después de comulgar:

Jesús mío dulcísimo, que en tu infinita y dulcísima misericordia prometiste la gracia de la perseverancia final a los que comulgaren en honra de tu Sagrado Corazón nueve primeros viernes de mes seguidos: acuérdate de esta promesa y a mí, indigno siervo tuyo que acabo de recibirte sacramentado con este fin e intención, concédeme que muera detestando todos mis pecados, creyendo en Ti con fe viva, esperando tu inefable misericordia y amando la bondad de tu amantísimo y amabilísimo Corazón. Amén.


Oración final:

Gracias, Jesús mío, por haber venido una vez más a mi pecho. Quédate siempre conmigo, y que siempre haga tu voluntad, como me la manifiestas en los mandamientos y en las enseñanzas de la Iglesia. Amén.

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Mi amado, y tantas veces traicionado por mí, Jesús. Este primer viernes ha sido bien amargo para mí. Tú lo sabes. Tú me conoces y conoces mi debilidad. Sé que en Ti está la fuerza que necesito para luchar, pero bien sabes que mi batalla no está siendo ganada para Ti.

Recordar que un día me consagré a tu Corazón, el mismo que daño con mis ofensas, me hace sentirme derrotada.

Los sacerdotes me indican que muchos santos pasaron por estas pruebas... y no me siento santa... quisiera serlo, pero sólo veo mi pequeñez, mi pobreza, mi nada... y mi pecado.

Me he acercado a Ti, con todas mis faltas... no duro en estado de gracia ni un día... Ayudame a perseverar, Jesús.

Confío en Ti, y en tu Misericordia... dame fuerzas, Jesús.

martes, 1 de junio de 2010

Fin de Curso

Bueno, llegó el mes de Mayo... tan temido por mí, por la cantidad de trabajo pastoral que supone el fin de curso: Novena, Confirmaciones, Primeras Comuniones (en las dos parroquias).

Y se va mayo... y ahora llega junio, con más comuniones, y el encuentro de oración (día 18 a las 20:30) y la Misa de Fin de Curso.

¿Qué contar de las Comuniones? Bueno, pues para ser sincera, creo que muy poco. Siempre salen muy bonitas, excepto por la falta de respeto y educación de los que asisten como invitados. Tan incómoda me he llegado a sentir (en la parroquia donde doy catequesis, en la otra sí que hubo silencio desde que comenzó la Misa), que le he propuesto al párroco que los niños hagan la Comunión un día de catequesis, y que cuando los padres los vengan a buscar les hayamos ahorrado las fotos, las flores, la ropa y la fiesta... (seguro que los padres nos matan... jajajaja).

Ahora queda evaluar el curso con el equipo de catequistas y el párroco, programar qué vamos a hacer el año que viene, en el que uno de los grupos desaparece (ya sabes, el que empezaría en 2º año)...