viernes, 7 de mayo de 2010

Primer viernes, 7 de mayo

Bueno, nuevamente comienzo la novena al Corazón de Jesús. Esto es lo mejor de los católicos que nunca consideramos los tropiezos como pérdidas, nos levantamos y volvemos a comenzar.

Esta vez, me he encontrado un poco de más material, para hacer que este momento del día en que participo en la Eucaristía sea más rico.


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SCJ

Oración Preparatoria (para todos los primeros viernes):

Jesús, junto a tu Madre Santísima, quiero renovar especialmente mi unión contigo, y contigo ofrecerme al Padre en reparación por todos los pecados del mundo.

Oración para el Primer viernes, del primer mes:

Enséñame hoy, te pido, a conocer y vivir la devoción a tu Corazón, creyendo cuánto me amas, y correspondiendo a ese amor con los actos de mi vida, de la mano de tu Madre Inmaculada.

Oración para después de comulgar:

Jesús mío dulcísimo, que en tu infinita y dulcísima misericordia prometiste la gracia de la perseverancia final a los que comulgaren en honra de tu Sagrado Corazón nueve primeros viernes de mes seguidos: acuérdate de esta promesa y a mí, indigno siervo tuyo que acabo de recibirte sacramentado con este fin e intención, concédeme que muera detestando todos mis pecados, creyendo en Ti con fe viva, esperando tu inefable misericordia y amando la bondad de tu amantísimo y amabilísimo Corazón. Amén.


Oración final:

Gracias, Jesús mío, por haber venido una vez más a mi pecho. Quédate siempre conmigo, y que siempre haga tu voluntad, como me la manifiestas en los mandamientos y en las enseñanzas de la Iglesia. Amén.

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Me fue extraño acudir a la Eucaristía de primer viernes al mediodía, y más sabiendo que hoy por la tarde también comienza la Novena que en mi parroquia se celebra, desde hace tantos años, al Corazón de María. Además, hoy no podré asistir por trabajo, aunque ya tengo el tema del coro arreglado, y por eso me quedo mucho más tranquila.

La Oración preparatoria para la novena me ayudó mucho a enfocar la Eucaristía de hoy. Ya ves algo tan sencillo y tan cortito, pero a la vez tan profundo: "Ofrecerme con Jesús al Padre en reparación por todos los pecados del mundo"... sin olvidar que entre los pecados del mundo, también están los míos. ¡Ojalá me doliera tanto el corazón por mis pecados como le duele a Jesús! Aunque últimamente me ha pasado algo muy parecido. Me he confiado a la oración de mi Comunidad y de mi consiliario... y la cruz me pesa menos... o yo soy ahora más fuerte, gracias a Dios que se hace fuerte en mí, y la llevo mucho mejor.

Comienzo esta novena, que terminaré, si Dios me ayuda, en Enero de 2011, poniéndome en su Manos, con el ánimo sincero de reparar las ofensas que le hacemos todos los hombres del mundo a su Divino Corazón.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.