Mis queridos amigos Guiller y Genia se casan en veinte días, eso me recuerda que tengo que avisar a las niñas de mi comunidad para quedar y ensayar las canciones de la boda (vale, lo hago cuando acabe este post), y todavía nos quedan algunas cosas por hacer.
Para empezar, tengo nueve días para terminar el cuadro que les estoy bordando (cuando lo acabe publico su foto), también tenemos que preparar la eucaristía de la comunidad para pedir a Dios por ellos, y también alguna que otra sorpresa que estamos rumiando.
También tenemos el fin de semana antes los ejercicios espirituales, que espero que nos sirvan para relajarnos de tanto estrés y terminar de conectarnos con el tiempo litúrgico. Por cierto, el viernes pasado tuvimos en la parroquia la celebración de la penitencia. Me gustó mucho porque estuvimos hablando con una amiga que hasta el curso pasado estuvo con nosotros en la comunidad y pudimos ponernos al día.
Ayer tuvimos salida comunitaria, como siempre, me disgusta el que no vayamos todos, pero aún así me lo pasé muy bien. Tomamos chocolate con churros, el tiempo "lo pedía", lo digo por esa lluvia serenita que nos respetó al ir y volver, y que nos dejó con unos fantásticos 18º.
Todos estamos muy ilusionados con la boda. Y oramos sinceramente por ellos, para que Dios sea uno más en su hogar, y reine en sus corazones.