miércoles, 28 de julio de 2010

Comentario al Evangelio del 1 de agosto de 2010

Liturgia de las Horas: 2da. Semana del Salterio
Color: Verde

Santoral


Lecturas de la liturgia

Primera Lectura:
Eclesiastés 1, 2; 2, 21-23
"¿Qué saca el hombre de todos los trabajos?"

¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave desgracia. Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol? De día su tarea es sufrir y penar, de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.

Salmo Responsorial: 89
"Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación."

Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: "Retornad, hijos de Adán." Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; una vela nocturna. R.

Los siembras año por año, como hierba que se renueva: que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca. R.

Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos. R.

Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.

Segunda Lectura: Colosenses 3, 1-5. 9-11

"Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo"

Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria. En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. No sigáis engañándoos unos a otros. Despojaos del hombre viejo, con sus obras, y revestios del nuevo, que se va renovando como imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo.

En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres, porque Cristo es la síntesis de todo y está en todos.

Evangelio: Lucas 12, 13-21
"Lo que has acumulado, ¿de quién será?"

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús:
-"Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia."
Él le contestó:
-"Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?"
Y dijo a la gente:
-"Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes."
Y les propuso una parábola:
-"Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: ¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha."
Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida."

Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será? "
Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios."

Comentario

Lo más que me impulsó esta semana a escribir el Comentario han sido principalmente las "palabras claves" que acompañan a las lecturas.

"¿Qué saca el hombre de todos los trabajos?"
"Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo"
"Lo que has acumulado, ¿de quién será?"

La respuesta a estos interrogantes la encontramos en la Segunda Lectura.

De novia de mi marido, en la esquina de arriba, había una tienda de ultramarinos que se llamaba "Casa Lito". Lito, abría su comercio de lunes a domingo en un horario que a mí me pondría los pelos de punta. De tal modo que si a las diez de la noche necesitabas, una lata de leche evaporada, jamón o un cuarto kilo de zanahorias ibas allí y ¡estaba abierto!, y lo podías comprar, claro. Pasan los años y Lito se murió, y su mujer también. Sin hijos, la herencia para los familiares supuso una guerra, que aún dura... Lito jamás se fue de vacaciones. Abría 365-366 días al año, y de 7 am hasta que le pareciera a él que ya nadie vendría a buscar nada a su tienda...

¿Qué sacó él de todos sus trabajos? A ojos de Dios, no lo sé... a ojos de los hombres, nada: no disfrutó del descanso, ni de su familia, de su casa, de paseos por la playa o por el campo... vivió para trabajar...

Hoy, en el trabajo, más de uno me ha dicho "a ver si me gano la lotería...", como si las riquezas materiales nos fuesen a solucionar la vida. A más de uno que se ha hecho rico de la noche a la mañana, lo más que le han venido han sido problemas, peleas familiares... y es muy cierto: llega la muerte y ¿de qué ha servido ser rico? ¿Lo que se ha acumulado, para quién será? Que yo sepa, no nos llevamos "para el más allá" ni una lentejita de céntimo de Euro...

En ninguno de estos casos, se han buscado los bienes que se atesoran en el cielo...

La Palabra de Dios esta semana no puede ser más clara. De nada nos sirven los bienes trabajados con el sudor de nuestra fuente si no los usamos para algo mejor que no sea acumular por acumular, olvidándonos de los que están peor que nosotros. Es mejor, poder reunir con nuestras obras, un tesoro que aunque a los ojos de los demás no tenga valor, sí revista para Dios de un gran valor.

Hoy, voy a escoger una canción que habla de tesoros. Es de la Hermana Glenda y se titula "Quien ha encontrado un amigo, ha encontrado un tesoro" . Quisiera dedicársela a todos mis amigos sacerdotes que me han ayudado a acercarme y a encontrarme con Dios. ¡Gracias!

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.